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Sunday, January 8, 2012

Sulawesi a Filipinas en bote pesquero

Los días hasta Tahuna y navidad pasaron sin mas, la nochebuena fue' con una familia Musulmana, a las 8 durmiendo y a las 12 a maldecir a los cristianos por despertarme con sus ruidosos petardos.

Acampando en uno de los cientos de kilómetros de playas, yendo hacia Manado. La carpa a la derecha con la toalla naranja:
From Sulawei, Indonesia
From Sulawei, Indonesia

El faro de Tahuna con su excelente arquitectura rotica, todo se cae a pedazos.
From Sulawei, Indonesia

De Manado llego a Tahuna, unas islas al norte de Indonesia, que quedan a mitad de camino hacia las Filipinas. En el barco que nos llevaba, el mar de Celebes mostró su bravura durante la noche, que hizo que un pasajero que dormía en un banco saliera literalmente disparado antes los movimientos del barco y chocara contra la baranda, y yo mentalmente tomaba nota y me trataba de tranquilizar, que los barcos grandes se mueven más que los de pesca chicos.

El 31 llego a Tahuna cansado, y me aloja una familia Filipina, dedicada al comercio no registrado de atún. Es que el atún en Indonesia cuesta 2.2 dolares el kilo, y en General Santos, Filipinas, lo venden a 7.7.
Esa misma noche, 31 de Diciembre, me dicen que si quiero ir a las Filipinas me puedo subir el en barco, pero el que vaya tan cargado me sirve de excusa para buscar uno un poco más grande y pensármelo una segunda vez.
El jefe de policía de Tahuna, al tomar mis datos y fotocopia del pasaporte cuando me buscaron al enterarse de que estaba en busca de un barco para cruzar a las Filipinas, me cuenta que no es raro que los pesqueros salgan y desaparezcan en la tormenta, y que son ilegales, que no hay barcos hacia las Filipinas. Me mira fijo a los ojos, y con un tono de voz bajo y sin mover ni un musculo de la cara me pregunta: No tienes miedo? 

Al otro día me dicen que esa misma noche, el 1 de Enero, sale un barco. El capitán me dice que los cigarrillos corren por mi cuenta, que del resto no me preocupe, que arroz y agua hay.  Esa noche, después de cargar el atún y de la revisio'n del equipo (muy simple, estar seguro de que la brújula funciona) me subo a la barcaza de de 5 metros, y dos motores.

Al atardecer del segundo día, ya que con la marea en contra el viaje llevo 40 horas, nos detuvimos a pescar la cena,  calamares, en 15 minutos ya tenían la cena fresca y pronta, pero el mar estaba bravo y preferí no comer nada.
En medio de la segunda noche, quien estaba al mando comienza a gritar y tirar cosas mientras señalaba el compartimiento de los motores, que ya no funcionaban, yo al abrir los ojos veo a uno de los pescadores sacarse la ropa y tirarse al agua en medio de las olas y la noche oscura. Al levantar la tapa del compartimiento, veo que hay agua hasta la mitad, casi tapando por completo los motores (el otro compartimiento estaba lleno de agua hielo y atún), cuando levantaron la tapa y al ver todo lleno de agua me corrió un escalofrío; miro a mi alrededor y hay oscuridad, mientras las olas movían y golpeaban el barco en medio de la solitaria  inmensidad del mar.

En esos momentos, claro; que que hago en una barcaza el primero de año; y en que pensaba al subirme para cruzar el mar a unos palos clavados y atados con cuerdas y un par de motores y una tripulación que no conozco, lógico, voy a terminar en el fondo; y que los profundos ojos negros que me miraron en sueños al murmurarle que yo tenia una bicicleta no eran los de ninguna hermosa mujer..

Pero entre los gritos y los baldazos de agua, parece que el casco está bien, y que el agua entro porque las olas venían desde atrás, supongo o al menos esa idea me reconfortó para poder seguir durmiendo.
Al 2 día, después de 35 hora de navegar sin nada en el horizonte, aparece Mindanao, tierra a la vista. Al ver un pesquero nos acercamos a pedir hielo, la tripulación del otro barco, después de hablar con los del nuestro y preguntar y ese que hace ahí?, me preguntan en Ingles si comí, y que hay muchas mujeres hermosas en las Filipinas, bienvenido.

Cargando el atún:
From Sulawei, Indonesia

Nos escabullimos en la noche, saliendo de Tahuna, (de fondo, iluminada), y la tripulación de buen humor. Aunque no creo que la policía le importe ya que debe estar bien coimeada:
From Sulawei, Indonesia

Vista hacia adelante:
From Sulawei, Indonesia
Hacia atras:
From Sulawei, Indonesia

Una de las pequeñas islas desiertas al norte de Tahuna, que sirven como referencia:
From Sulawei, Indonesia

Atardece en alta mar:
From Sulawei, Indonesia
El capitán, fumando en cadena:
From Sulawei, Indonesia

Al llegar al primer puerto me despido rápidamente y me dirijo a la Glan, una ciudad pequeña que tiene un puesto de Inmigración, tranquilo, ya que Paco me había advertido via mail:
"Es lo que tiene de bueno la despreocupación innata de los filipinos y el sistema corrupto con el que vivimos aqui, para que un oficial de migración pueda hacer lo que su corazón le mande."
Me atienden muy bien, y después de hablar por teléfono con el jefe y el sello de entrada en una mano, la mujer me daba charla y me decía, ahh tu estuviste en la tele, sisi le digo (pero che tele pero sisi dale), donde esta tu mujer?, eran dos en la tele (se debe haber ahogado pienso, pero decido no responderle), pero al buscar el sello de salida de Indonesia, no lo encuentra.
Me mira y me dice: problema, en que barco cruzaste? es ilegal. Ilegal? le respondo tratando de poner mi mejor cara de desentendido.
Pero Paco tiene razón, y todo se soluciona en tres días sin ningún problema, me tratan de maravilla, hasta organizan un almuerzo de bienvenida, y en tres días todo solucionado.
La noticia del cruce ilegal llega hasta la Tv local, (video) ya que pocos visitan Mindanao y en un barco ilegal, y el periodista me pregunta si quiero conocer a Manny Pacquiao. Y 4 días después me recibe Pacquiao en su mansión en General Santos. Pacquiao es una estrella nacional de las Filipinas, como Maradona para los argentinos, múltiple campeón mundial y considerado uno de los mejores boxeadores de la historia.  Una estrella tal cual me la imaginaba, con Rolex de oro, y fotos de el en toda la asa, el culto al yo, entre ellas una excelente en donde Pacquiao, con gotas de sangre de su rival en el pecho, le propina otro reverendo puñetazo en la ya sangrienta cara de su oponente.
Mostrandole la bici a Pacquiao, de remera blanca:
From Mindanao, Filipinas
From Mindanao, Filipinas