Así, despupes de 6300 kilómetros, 105 días y 5 provincias, abandonamos SSSS China (squatting, smoking, spitting, staring). Convinimos en enontrarnos con Ian, quien pedaleó con nosotros una parte del taklamakán, acordamos en encontrarnos en Luan Prabang, Laos, (un ghetto turístico europeo con backpackers cargados de índica y las chicas con vinchas, adornos tribales, tatuajes de henna, pantalones de tiro bajo y anchos, estilo fusión hippón-moderno-vanguardista, es mi zanahoria del burro). Pero eso es en Laos, y para llegar ahí había que pasar una de las regiones con más colinas de China: Yunnan.
Acampando en Yunnan, donde hay más lugares, ya que sólo viven 44 millones en esta provincia China:
Y mi primer marshmallow en una rama, quizas para empezar a tomarle el gusto a América?:
Sin arroz:
Con arroz:
Notar las terrazas en la cima:
Y eso, hace bien?? Cuanto más al sur, más bongs, y la gente más relajada:
A Andy se le ocurrió hacer papas fritas mientras acampábamos, las secamos con papel higiénico, al otro día tuvimos que sacrificar un par de medias...:
Por eso hay tantas terrazas, porque no hay NADA llano:
Después de cruzar el trópico, los bichos son cada vez más grandes, y tomando en cuenta que el cierre de mi carpa se rompió hace tiempo (seguramente como consecuencia de tanta arena en el Taklamakán), tengo pesadillas con que venga una arañita durante la noche:
Una variante de la anterior:
Vendedora de morrones:
Jugando en una pista de choclo:
Como las ciudades chinas son TODAS iguales (básicamente edificios de apartamentos de cemento), y ahora no nos dejan usan internet vaya a saber uno porqué, tuvimos que buscar otras formas de entretenimiento:
Al entrar en bajada a la nube, los pelos del antebrazo estaban llenos de gotas de agua:
Enrtando en la nube:
Durante la noche pudimos diferenciar 5 cantos de pájaros diferentes, y una centena de grillos:
En navidad decidimos acampar y hacer un fuego, carne a las brasas y unas papas al plomo. Como no teníamos papel de plomo, las emvolvimos en hojas de banana. Por supuesto, las hojas de banana se prendieron fuego y las papas se quemaron.
Seguramente la imagen que resume nuestra nochebuena en China, es la de Andy comiendo carne dura como piedra, asada directamente en las brasas (pues cómo demoraba mucho, la puso sobre las brasas y las cenizas), comiéndola con las manos, "cual Neanderthal", con las manos y uñas negras después de unos cuantos días sin ducha, embarradas cómo todo nuestra ropa, en cuclillas, con la linterna de cabeza, masticando como un perro y cada tanto dando un trago largo a la cerveza, para terminar con un ruido ahhh refrestante y volver a tomar el cacho de carne con las manos y seguir masticando el chicle por un buen rato antes de poder mandarlo al estómago. Cada tanto alternaba con unas buenas papas quemadas.
Sólo faltaba el Árbol de Navidad....
Andy antes de prender el fuego de nochebuena, en una plantación de caucho natural. Dado que está leyendo un libro de exploradores británicos antiguos, tropezó con una forma de hacer un fuego, en donde se va haciendo una
pirámide, que tiene como base una especie de cuadrícula. La llama era tan grande que yo le echaba un poquito de agua al fuego y lo trataba de apagar, mientras Andy contemplaba el fuego, creo yo con ganas de que ardiera todo:
Esto fué antes de poner la carne directamente sobre las brazas:
Mientrascocinabamos la cena, vimos una motocicleta que se acercaba cuesta arriba. Listo, Papa Noel cambió los renos por una moto china, lógico. No, era el concecionario de la plantación (la tierra pertenece a la República Popular de China, quien da conceciones a los granjeros para que la cultiven), quien preocupado al ver fuego en su bosque, fué a nuestro encunetro. Unas horas después volvió para asegurarse de que el fuego estaba apagado, pero esta vez volvió con frutas, agua y un dulce casero envuelto en hojas de banana.
Últimas vistas de Yunnan y de China, ya cerca de Laos: