Han sido días muy duros, de mucha soledad, mucho pedaler, viento en contra, desierto, montañas, falta de comida de calidad, falta de gente, falta de lugares para abastecerce.
Dos semanas atrás, despues de pasar de los 27 a los 28 encima de un autobus yendo a buscar dinero a una ciudad y despues volver al mismo lugar (los cajeros no dispensaban dinero a tarjetas extranjeras, otra forma de control y así evitar el turimos y mantener el aislamiento de esta región) (dos noches seguidas durmiendo en un autobús), volver a la desolada ruta sur del desierto, porque Andy no podía ir, ya que sickboy seguía con diarrea, y después de despedir a Ian que decidió no seguir con nosotros, encontramos a Jean Pierre, un ciclista suizo en ruta hacia Lhasa (con el cual compartimos una semana, y después se tuvo que tomar el bus porque se le acababa la visa).
Entonces la última parte del Taklamakán la pasamos en compañía de Jean, que nos transmitió parte del pensamiento budista (ya, en el próximo mes me corto el pelo y me consigo una toga naranja, me meto en un templo a meditar por un par de años, ese es el nuevo plan, lo tengo claro, Jean Pierre arrojó un poco de luz sobre esta sombra oscura, "en vano cortamos y labramos lo mejor posible el bloque misterioso de que está hecha nuestra vida" (VH), el destino es inevitable: pedalear ahora hasta Laos, y el primer templo que encuentre con una linda tibetana me tiro de cabeza).
El desierto terminó y empezaron las montañas, así que inmediatamente después , tuvimos un paso de montaña de unos 3500mts. (también dejamos la provincia de Xingjian por la de Qinghai).
ampliaremos....
Caza con águilas:
Jean Pierre, que no compartía nuestra técnica de abrir la mercadería antes de comprarla (a estos chinos no se les puede creer nada, así que antes de comprar algo que no conocemos, lo abrimos a hurtadillas, para ver qué tiene adentro. La culpla no es nuestra, somos sólo víctimas de este sistema basado en el engaño):
Menudo escroto, este dromedario tiene un papel preponderante en la sociedad camelleresca:
Sunset @ Café del Mar, sólo falta el agua:
Andy y Jean Pierre disfrutando el fin del desierto:
Como regla general, en el desieto hay un lugar para abastecerce cada 100-150 km (el resto arena y viento, casi siempre en contra). Cuando llegamos a un pueblo cuyo nombre no recuerdo, no pude leer y no puedo pronunciar, que consistía solamente de un par de casas, y una tienda con un Uyghur, y al cual la falta de un dedo en su mano derecha denotaba algún tipo de pasado lúgubre trabajando en alguna fábrica bajo el severo látigo chino, después de llegar extremadamente fatigados, ya de noche, invadimos la casa del señor que aparece en el fondo (con campera militar). Dicha casa servía también de punto de abastecimiento para los camioneros: cerveza, fideos chinos y galletitas, solamente. Después de una profunda meditación (los fideos chinos nos salen por las orejas, las galletitas tenían un color verduzco no muy atractivo y una textura un poco mórbida), nos decantamos, claramente, por la cerveza...
...y tres horas después de discutir de filosofía budista (creo encontrarme en la categoría de ereje...) y Domenico Scarlatti, el dueño de casa se levantó y empezó proferir gritos en algún idioma desconocido para la humanidad... creo que se enojó porque en la serial que miraba en la TV los japoneses habían derrotado a los chinos...
Jean Pierre y el Budismo (gracias por haber intentado sembras una semilla en tierra yerma, lo más digno es intentarlo aún a sabiendas de fracasar):
Después de las cervezas, Andy no pudo con su carpa (a 2500mts en octubre, la temperatura a las 3 de la mañana es menor a los 5 grados bajo cero...). La botella verde es "cerveza" china...:
Y sigan conectados amigos de "A Uruguay en Bicicleta" (si los hay), ya que con Andy hemos hecho un video: "A day in the life of a Cyclist", que, gobierno chino permitiendo, subiremos a la brevedad. (con música de Baden Powell, claro está).